¿Qué causa la aparición de un linfedema?

El linfedema es una deficiencia del sistema linfático, por la cual la linfa no fluye de manera adecuada y se queda en los espacios intersticiales del tejido celular subcutáneo. Como consecuencia a este fallo se produce un aumento del volumen del miembro afectado o de la región del cuerpo en la que se encuentre el linfedema.

¿Existen distintos tipos de linfedema?

Hay dos tipos de linfedema:

• Linfedema primario: ocurre cuando los conductos y/o ganglios linfáticos de una zona tienen problemas para poder transportar las proteínas grandes y otras moléculas hacia el torrente venoso. Los más comunes aparecen en miembros inferiores.

• Linfedema secundario: es debido a la extirpación o radiación de los ganglios de una zona determinada, dificultando el normal drenaje linfático. Los más comunes, dada la alta incidencia del cáncer de mama, los que aparecen en el brazo. También se puede ver una incidencia relativamente alta en miembros inferiores por intervenciones quirúrgicas diversas, como es el caso de los melanomas.

Síntomas del linfedema

El principal síntoma del linfedema es el aumento de las dimensiones de la zona afectada. En el caso de los linfedemas primarios suele debutar sobre los 30-35 años, aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida de manera espontánea o ante un traumatismo que desencadene el comienzo prematuro, como puede ser un pequeño esguince.

Además, se acompaña de molestias, como sensación de pesadez, dificultad en la movilidad que se ve incrementada en función del volumen, fibrosis de manera general o localizada en algunos puntos, y es común que se asocie a alteraciones vasculares.

Tratamiento del linfedema

A día de hoy no existe una cura infalible para el linfedema, sólo tratamientos que ayudan a frenar la evolución y el aumento del volumen y que se acompañan de medidas de contención. El principal tratamiento del linfedema es el drenaje linfático.

Aunque hay diferentes escuelas, la que mejores resultados obtiene es el Método Godoy, técnica aplicada en el Instituto Fisiomédico con grandes éxitos desde hace años con resultados próximos a la normalización del miembro contrario.

Método Godoy para el tratamiento del linfedema

El Método Godoy se caracteriza por tres fases:

• Estímulo cervical neurológico
• Terapia linfática mecánica
• Terapia linfática manual

La tendencia mundial en el tratamiento del linfedema es hacerlo de forma global con un equipo multidisciplinar, cómo la unidad de linfedema del Instituto Fisiomédico, donde no sólo se trabaja la terapia de drenaje sino alimentación, actividad física, psicología, talleres y terapias alternativas; este conjunto hace que el tratamiento sea un éxito.

Secuelas del linfedema

Las consecuencias del linfedema son variadas. La principal va asociada al aumento del volumen, que puede llegar a ser muy limitante, sobre todo en el aspecto físico, lo que en ocasiones reduce el uso de ciertas prendas de ropa, o hace que la persona se vuelva más reservada y reduzca sus actividades sociales. Y por otro lado, a lo largo del día suele dar sensación de pesadez del miembro afectado, de manera que la actividad física también se reduce. En muchos casos, a las personas afectadas les conceden la discapacidad laboral dependiendo del trabajo que desempeñen, y si éste afecta negativamente a la patología, como trabajos en los que hay que estar de pie muchas horas en el caso de los linfedemas de pierna, o trabajos manipulativos o de coger peso en el caso de los de brazo.

linfedema en el cáncer de mama

En el cáncer de mama una de las secuelas más comunes y con mayor incidencia es el linfedema secundario. Esto no quiere decir que siempre que haya un proceso de cáncer de mama tenga que haber un linfedema a consecuencia de él, con o sin afectación de ganglios axilares con su posterior tratamiento quirúrgico y de radioterapia y/o quimioterapia, en aquellos casos que lo requieran.

Siempre que hay una intervención quirúrgica a este nivel se aumenta el riesgo de que debute un linfedema. El que haya asociada quimioterapia o radioterapia incrementa la incidencia. El linfedema puede aparecer desde fases tempranas de la enfermedad, como a los días de la intervención quirúrgica hasta años después de todo el tratamiento.

El linfedema secundario tiene un abordaje del tratamiento diferente ya que sus causas son distintas, por eso en el Instituto Fisiomédico (pioneros a nivel nacional en la fisioterapia oncológica) afrontan el abordaje de esta secuela de cáncer de forma correcta.

Los síntomas son los presentados anteriormente; suele comenzar con la inflamación de una parte del brazo. Éste no siempre sigue el mismo patrón, hay pacientes a las que se les inflaman en primer lugar los dedos y la mano y el resto del brazo permanece bien, mientras que en otras comienza a nivel más proximal. Éste poco a poco tiende a evolucionar hacia un aumento de volumen que empieza a generalizarse a todo el brazo y suele presentar zonas con fibrosis o dureza, donde el líquido linfático se queda más estancado.

Consecuencias de un fallo en el Sistema Linfático

El sistema linfático es parte del sistema inmunitario, por lo que un fallo de éste se asocia a mayor riesgo a contraer infecciones. Es importante una buena higiene como medida de prevención, así como un adecuado cuidado de las uñas, preservando las cutículas, no ponerse anillos, pulseras ni relojes en el brazo afecto, no colgarse el bolso de este lado, e intentar repartir el peso entre ambos brazos.

En el caso de las piernas sucede lo mismo, por lo que el tratamiento más importante en este caso es la prevención y el cuidado exquisito del miembro afectado.

Una vez presente una infección será necesario el uso de antibióticos y del resto de fármacos que el médico considere necesarios en función del tipo de infección que haya.