Mapeo Cerebral y P300: usos de la Neurofisiología Clínica para el diagnóstico del TDAH

Escrito por: Dra. Teresa Lluch Sebastián
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Editado por: Top Doctors®

El Electroencefalograma (EEG), la Cartografía cerebral (EEGq), los Potenciales Evocados Cognitivos (P300) y los Test psicofisiológicos permiten diagnosticar el TDAH y así orientar la terapia de los niños con este trastorno.

La Neurofisiología Clínica ofrece técnicas que apoyan en el diagnóstico clínico y ofrecen una cuantificación y gradación del TDAH. Asimismo, estas técnicas colaboran en la orientación y manejo terapéutico de estos pacientes, pues permiten un seguimiento de la respuesta a las distintas estrategias terapéuticas utilizadas en estos pacientes.

Pruebas neurofisiológicas para el diagnóstico del TDAH
Los expertos en Neurofisiología Clínica vienen trabajando en los últimos años sobre diversos métodos diagnósticos del Trastorno por Déficit Atencional con o sin Hiperactividad (TDAH). Estas pruebas neurofisiológicas agrupan 4 métodos distintos:

1) Electroencefalograma (EEG)

El EEG consiste en un registro de la actividad bioeléctrica cerebral mediante unos electrodos que colocamos en la superficie del cuero cabelludo o con un gorro. Se obtienen una serie de frecuencias que nos permiten conocer el estado madurativo del cerebro y la presencia o no de anormalidades. Aunque el EEG del paciente con TDAH no es específico, sí que observamos en él unos rasgos característicos. 

El EEG es una técnica de gran utilidad porque permite: 
a)    diferenciar la presencia de epilepsia u otro tipo de trastornos neurológicos 
b)    descartar la presencia de actividad epileptiforme que pudiera contraindicar la utilización de psicofármacos.


2) Electroencefalograma cuantitativo (EEGq) y cartografía cerebral

La cartografía cerebral aporta una presentación gráfica de los valores obtenidos en el EEG, que nos permite una estimación precisa, cuantitativa y reproducible de las características de éste. Se realiza de modo similar al EEG, aunque el procesamiento de la señal es distinto, obteniendo una serie de parámetros distintos, como son: potencia absoluta, potencia relativa, frecuencia media y coherencia, todo representado tanto con valores numéricos como en una imagen visual representativa.

Los hallazgos que suelen encontrarse en un paciente con TDAH al realizarle una cartografía cerebral serían:
-    un aumento de la potencia absoluta de bandas delta y de la relativa de las bandas delta y theta en Áreas frontales 
-    una disminución de la frecuencia media de alfa y beta en Áreas posteriores 

En el 2013, la Food and Drug Administration estadounidense aprobó el NEBA como el primer dispositivo para la evaluación complementaria del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), basado en el electroencefalograma cuantificado (EEGq) e incluyendo la relación theta/beta estandarizada, cuyos resultados derivaban de una evaluación tanto médica como psicológica, y es una herramienta útil para determinar si el TDAH es primario, secundario o comórbido a otro trastorno.

3) Potenciales Evocados Cognitivos (P300)

Es una onda positiva cerebral que se obtiene a nivel del córtex provocada por la respuesta cortical frente a un estímulo, ya sea visual o auditivo, y que se relaciona también con la atención.

Se valora la latencia o tiempo de aparición de la onda y la amplitud de la misma y se correlaciona con la dificultad para el procesamiento cognitivo. También permite valorar la respuesta al tratamiento.

4) Test psicofisiológicos

Se realizan junto con la P300 y obtiene los siguientes parámetros:

-    Tiempo de reacción: Valora la rapidez en la ejecución de la respuesta. En el paciente con TDAH estará prolongado. 

-    Errores de comisión: Valora la impulsividad. Son errores que se cometen cuando se responde y no se debería contestar.

-    Errores de omisión: Valora la inatención. Son errores debido a la no ejecución de respuesta frente al estímulo cuando deberían hacerlo.


Además, otras pruebas neurofisiológicas ayudarán también a la diferenciación de otro tipo de trastornos que pueden confundirse y diagnosticarse erróneamente de TDAH: 

-    La polisomnografía o estudio del sueño ayudará a valorar la presencia de alteraciones que repercutan en el normal descanso del niño (respiratorios, mioclonias de piernas nocturnas, epilepsia nocturna, parasomnias, etc.) y que se manifiestan con conductas de irritabilidad, inquietud e hiperactividad o desatención. El niño no suele presentar somnolencia.

-    Los potenciales evocados auditivos nos permitirán conocer la existencia de pérdidas auditivas que se manifiestan como falsa inatención o dificultad en el área del lenguaje.

Por Dra. Teresa Lluch Sebastián
Neurofisiología Clínica

La Dra. Lluch es experta en neurofisiología y dirige el Laboratorio de Neurofisiología y Sueño de Murcia (LANFYSUM), un centro especializado pensado para el diagnóstico de diversos trastornos neuromusculares o del sueño mediante la realización de diversas pruebas diagnósticas con la más alta tecnología.

La doctora se ha formado en diversos hospitales, realizando una estancia en Alemania y también participando en multitud de cursos e investigaciones, algunas de las cuáles es autora.

Su brillante trayectoria la convierte en una doctora de primer nivel.

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