La solución al pecho caído en una sola intervención: la mastopexia

Escrito por: Dra. Esther Lliró Blasco
Publicado: | Actualizado: 22/02/2023
Editado por: Top Doctors®

El aspecto del pecho femenino es una de las cuestiones estéticas que más preocupa a las mujeres. El tamaño, la forma y la elevación de la mama son detalles que la cirugía estética puede resolver para obtener, en cada caso, el cuerpo deseado. Por ello, una de las intervenciones más demandadas es la mastopexia, o elevación del pecho. En estos casos no estamos hablando necesariamente de aumento, sino de una recolocación de los senos para devolverles el aspecto juvenil y natural.

Un embarazo, la lactancia, variaciones de peso o el simple paso del tiempo son algunos de los factores que pueden provocar que el pecho se descuelgue, lo que conocemos como pecho caído. Pero la mastopexia puede conseguir unos resultados naturales y muy satisfactorios con o sin aumento de volumen. Dependiendo de cada caso, el especialista recomendará un tipo u otro de intervención, que pueden variar desde la simple elevación hasta la disminución del tamaño de la areola del pecho.

Los propios especialistas reconocen problemas no solo estéticos, derivados de un pecho descolgado y sin forma. Además de que para muchas mujeres supone un problema de autoestima, un pecho muy grande y caído puede provocar problemas de espalda y aparición de erupciones debidas al roce o al sudor, dolor de cuello o incluso problemas respiratorios. En estos casos, la mastopexia también puede reducir el tamaño del pecho. Esta técnica está destinada a mejorar la calidad de vida de la paciente.

¿Cómo es una intervención de mastopexia?

En general, para una intervención de este tipo son necesarias incisiones alrededor de la areola y en vertical. En algunos casos es suficiente alrededor de la areola o, incluso, añadir algún corte más debajo del pecho. Después de entre una y cuatro horas de intervención, una mujer puede pasar de tener un pecho caído, descolgado y poco favorecedor a recuperar una forma juvenil,firme y con la piel tersa.

Eso sí, tendrán que pasar entre ocho y diez días hasta que la paciente pueda hacer vida normal. Es entonces cuando se retiran los puntos. Lo habitual es un ingreso hospitalario de uno o dos días, y luego reposo de movimiento de brazos y torso. Todo ello combinado con el uso de vendaje o un sujetador especial durante, al menos, un mes.

Las molestias en este tipo de intervenciones son escasas, ya que se realizan, normalmente, bajo anestesia general. Solo en casos especiales pueden realizarse me- diante anestesia local y sedación. Es posible que aparezcan hematomas e hinchazón en el pecho, que desaparecen espontáneamente entre diez y quince días después.

Lo cierto es que la mastopexia deja cicatrices más o menos extensas, dependiendo de la técnica utilizada, pero, tras la aplicación de un láser especial, unos parches específicos y el paso del tiempo, mejoran considerablemente, haciéndose prácticamente imperceptibles en pocos meses. Las pacientes reciben un control permanente tras la intervención, con el fin de revisar la evolución posoperatoria y prevenir posibles complicaciones en la cicatrización. El especialista se preocupa de aplicar todos los tratamientos posibles para evitar el desarrollo de cicatrices de diferentes naturalezas.

La mastopexia, con o sin aumento

La intervención de la mastopexia no está indicada específicamente para aumentar de talla de sujetador. Su función principal es elevar y dar forma. No obstante, en el caso de senos pequeños y caídos, la colocación de una prótesis puede ayudar a que los resultados sean más eficaces y duraderos. Una mastopexia no es lo mismo que un aumento de pecho, pero ambas intervenciones pueden ser complementarias.

Las prótesis que se utilizan durante una mastopexia son las mismas que utilizaría cualquier cirujano plástico y estético para un aumento corriente. Los implantes son de gel cohesivo de alta densidad de silicona. Pueden ser redondos o en forma de lágrima. Estos últimos, también llamados anatómicos, son los que ofrecen unos resultados más naturales, por su parecido con la forma natural de la caída del pecho.

Si bien la mastopexia es una buena opción para recolocar los pechos y, acompañada de una prótesis, aumentar su tamaño, puede, además, solucionar otros problemas estéticos de los senos. Muchas mujeres presentan un tamaño o forma desiguales de un pecho respecto al otro. Esta asimetría mamaria, con frecuencia, preocupa a las mujeres, pero deben saber que no son las únicas.

Es una cuestión muy frecuente y habitual en el cuerpo femenino, pero, si es muy pronunciada, puede considerarse poco estética. Este inconveniente también puede solucionarse durante la mastopexia.

Elevación con prótesis, la opción más duradera

En general, los resultados de una mastopexia suelen ser muy satisfactorios. Pero, por desgracia, no son definitivos. La paciente debe tener en cuenta que las mamas pueden volver a descolgarse, dependiendo de algunos factores, como el peso, la edad, el embarazo y la lactancia. Eso sí, generalmente, no de la misma manera que antes de la intervención.

La elevación con mastopexia, acompañada de una prótesis, es la combinación más efectiva y duradera para aquellas mujeres que quieran aumentar y dar forma a sus pechos. No obstante, si vuelve a producirse un descolgamiento de los pechos, será fácil volver a recolocarlos. En ese caso, el especialista podrá reutilizar las cicatrices ya presentes de antiguas operaciones.

Si la elevación de mamas se ha acompañado de un implante, el efecto es mucho más duradero. En el caso de que se produzca un nuevo descolgamiento, se puede, fácilmente, volver a recolocar el pecho utilizando y eliminando las antiguas cicatrices.

Por Dra. Esther Lliró Blasco
Cirugía plástica, estética y reparadora

La Dra. Lliró es una reputada especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Cuenta con más de 20 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En concreto, la Dra. Lliró es una de las mayores expertas en blefaroplastia, cirugía genital, hilos tensores, mamas tuberosas y reducción mamaria.

A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con la docencia, siendo profesora y organizadora de cursos de cirugía plástica. También desarrolla una importante tarea divulgadora, siendo ponente asidua en congresos y ponencias de la especialidad, así como colaboradora en libros. Actualmente dirige su propia clínica de cirugía plástica, Arcos Integral.

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