¿El verano puede romper parejas?

Escrito por: Carlos Antonio Rodríguez Méndez
Publicado: | Actualizado: 21/02/2023
Editado por: Nicole Márquez

El periodo estival ya ha llegado y con él comienza una etapa, en ocasiones, verdaderamente relevante para muchas parejas, que ven en las vacaciones de verano un momento de convivencia y dedicación personal. Pero este periodo también puede resultar en un deterioro de la relación, ya sea por el incumplimiento de expectativas, a veces, demasiado altas o, simplemente, por no conseguir conjugar ambas personalidades individuales con la vida en común.

 

¡Cuidado! Expectativas altas, riesgo in crescendo

Organizar las vacaciones juntos es un momento de unión para muchas parejas que ayuda a encontrar puntos en común, armoniza gustos e intereses de ambos y crea expectativas paradisíacas que sacan de la rutina diaria. Algo que, sin duda, muchas parejas coordinan con tiempo suficiente para dejar todos los cabos atados y sobrellevar así mejor el día a día de trabajo y responsabilidades cotidianas.

 

El problema llega cuando las expectativas sobre esta actividad vacacional resultan demasiado altas. Cualquier experiencia nueva que las personas vivimos es calificada de uno u otro modo según fuesen nuestras impresiones y perspectivas previas que ya hemos ido construyendo meses atrás.


Con las vacaciones ocurre algo similar. Un duro invierno de trabajo y poco contacto puede derivar en una percepción sobre el verano excesivamente maravillosa y, con ello, en un riesgo cada vez más alto de decepción. Al igual que ocurre con las películas o la música, muchas veces una crítica o recomendación demasiado positiva puede generarnos un interés que en la realidad luego no llegue a ser alcanzado. Crear expectativas realistas es la mejor recomendación para disfrutar sin verse superado por las circunstancias y aceptar felizmente la posibilidad de que no todo salga como estaba planeado.

 

Una pareja debe mirar a largo plazo, pero sin dejar de concentrarse en el día a día.


Una buena comunicación, indispensable

En pareja siempre debemos respetar ciertas reglas de respeto mutuo que nos permitan ceder y exponer nuestros argumentos sin generar discusiones banales que no lleven a ningún puerto. Siempre hemos de encontrar puntos en común, ya sea para organizar o disfrutar de las vacaciones juntos, como para asuntos de mayor relevancia y trascendencia futura. Como seres lingüísticos debemos dar valor al poder del lenguaje para permitir que las cosas sucedan y que los dos puedan diseñar un futuro satisfactorio.
Expresiones como “Tu padre es insoportable” pueden sustituirse por “En mi opinión creo que tu padre es insoportable”. Del hecho a la opinión


Conversar de manera fluida, escuchando el doble de lo que se habla y expresar ideas, opiniones y, sobre todo, malestares es una buena forma de corregir errores, cambiar actitudes y favorecer el buen ambiente durante la convivencia. Evitar los juicios, que siempre dicen más de los que los hacen que de a quién se los hacen, y que reflejan genuinamente el alma humana. Realizar enjuiciamientos a modo de lección convierte tus argumentos en hechos indiscutibles e inflexibles, frente a una opinión discrepante pero totalmente respetable.


Buscad vuestro plan de vida en común

Es mirar a largo plazo, pero sin dejar de concentrarse en el día a día. Dos personas que se quieren y aprecian siempre deben tener sueños a la vista, proyectos que hacer y viajes que realizar, juntos y por separado, y en ambos casos mostrarse apoyo y afecto. El verano puede ser un buen momento para sentar las bases de ese plan de futuro y poner en marcha una convivencia sana y feliz.


Para ello también es importante mantener vivos los intercambios afectivos, y no solo cuando nos referimos al sexo. Los halagos y piropos en momentos inesperados mantienen la diversión, el jugueteo y el placer de estar juntos, sentirse amados y valorados por alguien. Llenar la cuenta corriente conjunta de cariño está a la misma altura que llenarla económicamente, pero en el primer caso es una inversión que tiene retorno con intereses.

 

Las actividades en común, programadas con tiempo y de manera ilusionante, como las vacaciones de verano, conformar un plan para aprovechar bien cada momento juntos. Respetando siempre el espacio individual de cada uno, este verano estará muy cerca de ser el de tus sueños. Aunque la realidad sea siempre aún mejor.

Por Carlos Antonio Rodríguez Méndez
Psicología

Carlos Antonio Rodríguez Méndez es un reputado psicólogo de Madrid, experto en los tratamientos de Psicología general, infanto - juvenil, coaching, cognitivo - conductual, crisis de pareja y duelo, entre otros. 

Su desempeño profesional como ingeniero en distintas empresas le permitió conocer de primera mano la importancia vital que tienen las personas en una empresa. Esto le llevó a estudiar Psicología y a viajar a más de 50 países, donde aprendió a conocer sus culturas.

Carlos Rodríguez rechaza los juicios y utiliza una metodología de trabajo basada en la escucha activa y la empatía con el paciente. 

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