El estrés laboral, cómo afrontarlo

El estrés es una reacción sana inicialmente que es útil para defenderse en una situación de peligro y, también, para motivarse a realizar tareas que interesan. Un cierto de nivel de estrés laboral es inevitable, además de estimulante; siempre y cuando se logre mantenerlo en un nivel adecuado.

Los especialistas en Psicología afirman que puede aparecer a cualquier edad y su grado varía mucho de una persona a otra, ya que lo que genera estrés a una puede que a otra ni si quiera le preocupe.

Es necesario diferenciar entre el estrés en un momento determinado y el estrés crónico. El estrés crónico está relacionado con trastornos de ansiedad y puede alterar reacciones fisiológicas en el organismo, además de producir alteraciones emocionales graves.

Para poder afrontar el estrés laboral y mantenerlo en un nivel adecuado, hay que tener en cuenta dos aspectos:

• Las circunstancias que dependen de la empresa y el ambiente laboral que ahí se genera.
• Las circunstancias que dependen de la persona que trabaja en la empresa.

Si la empresa informa de manera clara a los empleados sobre cuáles son sus responsabilidades y cuál es el futuro de sus carreras, el nivel de motivación de los empleados sube y, a la vez, el nivel de ansiedad desciende. Esto provoca que se genere menos estrés.

Consejos para controlar el estrés laboral

• Tener un nivel de preparación adecuado a las tareas que se desarrollan.
• Entender la dinámica de la empresa. Conocer las características de la empresa y las circunstancias en las que se encuentra ayudan a entender.
• Entender y superar las propias reacciones negativas.
• Extraer la parte valiosa de una crítica para poder desempeñar mejor el trabajo.
• Adoptar una actitud de colaboración con el jefe, en lugar de verse como una víctima de la lucha contra el poder.

La comunicación con los compañeros y compartir con ellos momentos de descanso dentro del trabajo ayuda a que el nivel de estrés sea el adecuado. Practicar ejercicio físico o algún deporte ayuda a mantener un buen estado de ánimo. Es aconsejable también aprender alguna técnica de relajación para ayudar a aliviar las situaciones de estrés.