El ‘boom’ del injerto capilar: todo lo que necesitas saber antes de someterte a una intervención

Es probable que en alguna ocasión te hayas topado con algún conocido y hayas apreciado un cambio en su densidad capilar, pudiendo incluso llegar a lucir una caballera envidiable. El trasplante capilar se ha convertido en una tendencia que cada vez cuenta con una mayor popularidad.

Tal y como explica el Dr. Andrés Merlo, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y precursor de la técnica de Microtrasplante capilar en Granada, un injerto, implante o trasplante capilar consiste en una redistribución del cabello del propio paciente, tomando un cierto número de unidades foliculares o raíces de unas zonas concretas del cuero cabelludo, llamadas donantes, para implantarlas en otras áreas donde ya se ha perdido el pelo (zonas receptoras) y hacer que éste crezca de nuevo en ellas, persiguiendo una finalidad estética.

Básicamente consiste en un traslado o transferencia de raíces pilosas de unas zonas corporales a otras en la misma persona. El injerto capilar se puede realizar en cejas, barba o, más habitualmente, en cuero cabelludo. En este último caso, el pelo implantado crece en las áreas afectadas por la alopecia de una manera gradual y muy natural, restaurando y rejuveneciendo de forma sorprendente la imagen del paciente.

¿Cómo funciona el trasplante capilar?

Los folículos o raíces se extraen siempre de las zonas del cuero cabelludo que están libres de genes para la caída, que son las regiones posterior y lateral de la cabeza en las cuales nunca se cae el pelo, y seguidamente son implantados en otras zonas corporales del mismo paciente donde antes existía cabello. Se trata de un autoinjerto de cabello genéticamente resistente, nunca existe rechazo y en unos pocos días los folículos pilosos movilizados son integrados en su nueva localización asegurando en ella el crecimiento de un nuevo pelo que nunca se caerá.

El resultado es que el cabello extraído de la zona donante crecerá en la zona donde ha sido transferido, pero dejará de hacerlo en su sitio original. Con las modernas técnicas quirúrgicas se consiguen resultados asombrosos y las marcas de este tipo de cirugía son prácticamente indetectables.

Técnicas actuales: FUE y FUSS

Actualmente existen dos técnicas principales basadas en el mismo fundamento: la transferencia de cabello de una zona a otra del cuero cabelludo del mismo paciente. Estas son la técnica FUE (Folicular Unit Extraction) y la técnica FUSS (Folicular Unit Strip Surgery). Ambas comparten la misma fase final o de implantación, que es común a las dos. Lo que las diferencia es la manera de extraer las unidades foliculares de la zona donante.

La técnica FUE (Folicular Unit Extraction) utiliza taladros para su extracción, se realizan avulsiones o arrancamientos de las unidades foliculares dejando pequeños cráteres dispersos por toda la zona que al cicatrizar generan cicatrices puntiformes múltiples y una merma en la densidad general de cabello de la zona donante.

Por su parte, la técnica FUSS (Folicular Unit Strip Surgery) es una técnica eminentemente quirúrgica, a realizar exclusivamente por cirujanos. Consiste en la extracción de una cinta de piel de cuero cabelludo de la zona donante que posteriormente se divide en láminas que son fragmentadas en las diferentes unidades foliculares gracias al uso de unos dispositivos especiales de retroiluminación. El cierre de la zona donante es quirúrgico, con plastias cutáneas y una sutura especial, llamada Tricofítica, que es un método que hace crecer el pelo a lo largo de la línea de cicatriz y que finalmente evita que ésta sea visible.

Con ambas técnicas se pueden realizar microimplantes satisfactorios, si bien cada una tiene sus indicaciones y sus propias virtudes. En general, la técnica más especializada, la FUSS, se puede emplear siempre en todos los pacientes (hombres y mujeres de cualquier edad) y en todos los casos. En principio no tiene restricciones, pero su uso requiere de conocimientos y experiencia quirúrgicos por lo que es una técnica superior limitada a cirujanos.

Por contra, la técnica FUE es una técnica más mecánica que está actualmente muy difundida, no requiere de habilidades quirúrgicas, puede ser realizada por personal sanitario sin titulación en cirugía, y presenta una serie de restricciones en cuanto a su correcto uso e indicaciones. En general, dada la enorme inversión de tiempo que conlleva esta técnica, los preparativos especiales que exige (afeitado de la cabeza), la posición incómoda del paciente en la mesa (boca abajo) y la menor carga pilosa de las unidades foliculares que se obtienen (número de cabellos por folículo), su indicación principal es en varones jóvenes con grados menores de alopecia (pequeñas entradas), estando contraindicada en los grados mayores de alopecia (grave daño a la zona donante, baja densidad), en las coronillas (densidad muy deficiente, fracaso quirúrgico), en las personas de más edad (posición incómoda, largos tiempos quirúrgicos) y en todas las mujeres, por la estética (afeitado de cabeza) y por la insuficiente densidad en el resultado. En estos casos debe recurrirse siempre a la técnica FUSS.

También debe considerarse el grosor natural del cabello de la zona donante, cuando el cabello es constitucionalmente fino, la técnica FUE tampoco está indicada.

Los peligros de viajar a Turquía para un trasplante

Las razones son fundamentalmente económicas. Turquía es un destino turístico de primer nivel y en los últimos años ha ido incorporando la oferta sanitaria que se inició con los implantes capilares y en la actualidad se ha ampliado a prácticamente toda la cirugía plástica y estética.

Las tarifas para los implantes en Turquía son muy variables, pero dada la gran proliferación de clínicas y la gran competencia por la captación de “pacientes-turistas”, fundamentalmente en Estambul, los precios han evolucionado a la baja. Además, para hacer más atractiva la oferta, se han creado agencias de turismo sanitario que ofrecen “paquetes” a los pacientes, en los cuales incluyen por un precio cerrado el viaje, el hotel y la cirugía capilar, pero hay que advertir que el 90% de esas clínicas no alcanzarían la homologación sanitaria en nuestro país, ya que a veces los pacientes son intervenidos en hoteles, pisos particulares, almacenes y en otras instalaciones similares sin ningún tipo de garantía sanitaria.

Este tipo de clínicas sólo realiza la técnica FUE, de manera muy mecanizada, por sistema, sin diferenciar grados de alopecia ni particularidades de cada paciente, puesto que el diagnóstico se realiza mediante consultas online sin explorar previamente al paciente y tras la cirugía no se le realiza ningún seguimiento ni revisiones posteriores. Por esta razón recibo a menudo en mi consulta a pacientes con complicaciones de cirugías realizadas en Turquía. Obviamente, en Estambul también existen buenas clínicas atendidas por auténticos cirujanos, que ejercen de manera muy profesional, pero a unos costes similares a los vigentes en nuestro país.

Consejos previos a la intervención

El consejo básico es que acuda a un profesional con experiencia para que le haga una buena exploración y un correcto diagnóstico, indicándole la técnica más adecuada a su caso. También debe asegurarse de la homologación sanitaria del centro donde va a ser intervenido, preferentemente un quirófano de hospital, y es muy aconsejable la participación de un anestesista que garantice la seguridad del procedimiento.

El paciente también debe asegurarse que va a recibir el necesario soporte y seguimiento médico posoperatorios a lo largo del año siguiente a su cirugía, que es el tiempo medio en el que se alcanza el resultado definitivo del implante.