¿Qué relación existe entre la depresión y el dolor crónico?

El dolor crónico es aquel que persiste más allá del tiempo esperado para su remisión (tres meses aproximadamente).

Desgraciadamente, debido a los diferentes grados de dolor y a cómo estos perjudican a la vida diaria y estado de ánimo del paciente, los especialistas en la Unidad del Dolor afirman que la depresión es un firme aliado de éste.

Depresión y dolor crónico, un binomio muy recurrente

La depresión puede preceder, acompañar o desarrollarse conjuntamente al dolor crónico.

Hay cinco hipótesis que se pueden resumir en tres puntos:

• La depresión precede al desarrollo del dolor
• La depresión es una consecuencia del dolor
• La hipótesis de Scar: los trastornos depresivos anteriores a la aparición del dolor pueden predisponer a sufrirlos cuando aparezca el mismo. Esto implica, que una condición genética del paciente en algunas circunstancias de estrés, como el dolor o enfermedad física, pueden conllevar a una persona a sufrir un estado depresivo. En la depresión podemos encontrar una disminución del estado de ánimo, pérdida del interés en actividades anteriormente placenteras, fatiga, etc.

¿Cómo actúan los expertos en el dolor crónico?

Los expertos en las Unidades del Dolor indican que los manuales de clasificación que disponemos actualmente no definen o contemplan diferentes grados de depresión asociada al dolor crónico. Por lo tanto, es necesario realizar estudios y métodos estadísticos mediante los cuales se puedan definir las diferencias entre depresión mayor y depresión asociada con dolor crónico.

Por lo general, las unidades y especialistas que tratan el dolor crónico trabajan conjuntamente con psicólogos y psiquiatras para el abordaje de la depresión. Sin embargo, son conscientes de que se debe conocer y manejar muy bien la medicación antidepresiva y los efectos secundarios que estas pudieran ocasionar.

Tratamientos psicológicos para la depresión en el dolor crónico

La psicoterapia proporciona varias opciones:

• Terapia individual: comprende la terapia comprensiva, el biofeedback, la cognitiva, la conductual y la interpersonal.
• Terapia familiar
• Terapia grupal

Normalmente, es necesario tomar más tiempo en consulta del habitual cuando el paciente presenta un marco depresivo, ya que en muchos casos, sólo basta con escuchar al paciente para que éste experimente una notable mejoría.

Como último recurso, se encuentra la terapia electro-convulsiva para aquellos desórdenes graves que no pueden ser controlados por medicamentos y/o psicoterapia.

De todas formas, los doctores recomiendan al paciente que siga unos hábitos saludables, como por ejemplo:

• Dejar de consumir alcohol
• Practicar un buen régimen alimentario
• Ejecutar actividades placenteras
• Control del peso
• Hacer ejercicio físico