Cuatro puntos clave del pie diabético

Se calcula que 375 millones de personas en el mundo padecen diabetes, una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad para producir suficiente insulina o para utilizarla con eficacia. Su incidencia actualmente va en aumento y en un 50% de los casos está sin diagnosticar. Una de las principales consecuencias más frecuentes, graves e incapacitantes es el pie diabético.
 

Tipos de pacientes que se manifiesta

El pie diabético es una infección de los vasos y nervios del pie que se produce normalmente en personas con diabetes avanzada de tipo 2 o con una enfermedad de larga evolución. Su aparición se produce a cualquier edad, aunque frecuentemente se produce en edades tardías, hecho que dificultará su tratamiento y curación. Habitualmente se manifiesta con úlceras como causa de los siguientes factores:

• Macroangiopatía y su relación con otros factores de riesgo vascular como el tabaco, la hipertensión arterial, la lipasa hepática (HL) y el sedentarismo.
• Microangiopatía: dificultad para curación de heridas.
• Neuropatía: pérdida de sensibilidad. Los pacientes no son conscientes de la posición del pie ni del dolor, hecho que complica mucho la evolución de las heridas, sobretodo en los casos de larga evolución. Actualmente no existe relación entre la incidencia de la enfermedad y el cuidado de la enfermedad por parte del paciente, pero sí que es cierto que las complicaciones que se deriven del pie diabético son catastróficas en pacientes que no controlan la glucemia y que no mantienen las medidas higiénicas básicas.
• Artropatía (Charcot): debilitamiento de los huesos del pie con riesgo a fracturarse o incluso a tener que amputarse. A medida que la enfermedad avanza, la bóveda se hunde.
   

Tratamiento del pie diabético

Cuando un paciente padece el pie diabético es aconsejable abordar la enfermedad desde distintas áreas. Este enfoque multidisciplinar ofrecerá un tratamiento integral y adecuado a las necesidades de cada paciente en base a sus lesiones. De este modo, se consigue una garantía y se evita el riesgo a sufrir amputaciones mayores, así como se asegura la curación con éxito de multitud de lesiones relacionadas. Los avances respecto al tratamiento y los nuevos enfoques en el abordaje de esta enfermedad han reducido el número de amputaciones para el 10% de los casos.

Para paliar esta enfermedad, se llevan a cabo diferentes tratamientos:

• Cuidados de la herida: los especialistas deben explicar cómo hacerlo al paciente y realizar un control semanal o diario.
• Es importante realizar un diagnóstico de la infección y recomendar un antibiótico preciso.
• Realizar un estudio exhaustivo de la situación vascular de la extremidad y, si es necesario, revascularización mediante técnicas endovasculares, catéteres o by-pass.
• Técnicas correctoras de las deformidades del pie como cambio de apoyos o plantillas ortopédicas.
• Control de la glucemia estricta puesto que en situaciones de infección, ésta suele descontrolarse.
• Cirugía traumatológica para casos específicos.
• Amputaciones menores.
   

Avances en el tratamiento del pie diabético

En los últimos años se ha descubierto que la cámara hiperbárica es, además de para otras patologías, muy eficaz en pacientes con pie diabético. No es un tratamiento curativo ni milagroso, pero sí que representa una ayuda muy importante. Distintas investigaciones han demostrado que aumentar la concentración de oxígeno en áreas infectadas o heridas abiertas acelera el proceso de curación de manera significativa y la manera más rápida y segura es respirando O² a altas presiones durante una hora al día en una cámara hiperbárica.

Entre sus ventajas encontramos que no implica contraindicaciones ni efectos secundarios para el paciente y la principal, disminuye el dolor. El especialista establecerá el número de sesiones recomendadas y supervisará las curas de la heridas.

Otro de los desarrollos que se ha producido es la introducción de técnicas endovasculares para abrir las arterias y permitir mayor fluidez de la sangre a las heridas. Gracias a esta innovación se ha mejorado considerablemente el pronóstico de la enfermedad con mínimos riesgos y fácil recuperación.
 

Consejos para tratar el pie diabético

Los expertos en Cirugía Vascular aconsejan tomar medidas de sentido común e higiene básica para mantener unos cuidados y rutinas del pie diabético:

• Inspección diaria de los pies
• Cuidado estricto de las uñas
• Higiene diaria
• Buena elección del calzado
• No ponerse calzado nuevo durante mucho rato seguido
• Evitar el calor intenso
• Acudir a especialista cuando aparezca alguna duda o herida.