Cómo detectar y tratar a tiempo las alergias alimentarias

Escrito por: Dra. Purificación González Delgado
Publicado:
Editado por: Patricia Pujante Crespo

Las alergias alimentarias constituyen un problema cada vez más reconocido que altera de forma considerable la calidad de vida de las personas que lo padecen. Se estima que hasta un 3% de la población adulta puede presentar este problema, mientras que hasta el  8% de los niños pueden sufrir alergia a alimentos.

 

La alergia alimentaria se puede iniciar en la edad adulta o persistir desde la infancia. Cuando el cuadro se inicia siendo adulto es habitual que persista a lo largo de la vida, mientras que en los casos que se inician en la infancia se observa una tendencia a la remisión.  

Los alimentos implicados dependen del  grupo de edad. Así, en la edad pediátrica son la leche y el huevo los responsables más frecuentes de alergias alimentarias, pero a partir de los 5 años de vida son los frutos secos y las frutas frescas (melocotón, manzana, melón, ciruelas...), seguidos por los crustáceos y las legumbres los causantes de la mayoría de las reacciones alérgicas.

Los factores que influyen en la aparición de las alergias alimentarias son la predisposición genética, la edad, la forma de presentación del alimento, posibles alteraciones intestinales…

 

Síntomas que alertan de estar sufriendo una alergia alimentaria

Los síntomas de las alergias alimentarias pueden oscilar desde un cuadro leve de alergia oral caracterizado por picor en la cavidad oral y faringe, si bien en muchos casos la manifestación más común es la urticaria generalizada que, en ocasiones, se acompaña de dificultad para la deglución, sensación de ahogo, vómitos, diarrea y,  en los casos más severos, puede aparecer caída tensional y shock anafiláctico, que puede cursar de forma fatal en algunos casos.

 

En ocasiones el enfermo tolera un alimento determinado, pero si se asocian otros factores como la realización de ejercicio físico tras la ingesta, el consumo de alcohol o de antiinflamatorios no esteroideos, pueden favorecer la aparición del cuadro de anafilaxia.


Cómo diagnosticar las alergias alimentarias

El diagnóstico de alergia en la práctica clínica se realiza a través de una serie de herramientas, aunque no siempre son necesarias todas:

- Historia clínica y exploración física
- Test cutáneos (prick test)
- Test in vitro (determinación IgE en suero frente a alimentos)
- Test de provocación con alimentos.

 

En la evaluación de cada paciente con sospecha de alergia alimentaria siempre se debe comenzar con la historia clínica. Esta es fundamental en el diagnóstico y determinará las posteriores pruebas que se han de realizar, así como la interpretación de las mismas.

 

El prick test es una técnica sencilla y altamente reproductible. Causa una mínima incomodidad para el enfermo, si bien su interpretación debe ser cautelosa y siempre ha ser realizada por un médico especialista en Alergología. Son varias las ventajas, si bien también presenta algún inconveniente:

- Puede ser realizada en personas de cualquier edad
- Su interpretación se realiza en 15-20 minutos
- Ciertos medicamentos interfieren en su resultado y se deben suspender unos días antes de la realización de las mismas (antihistamínicos y ciertos antidepresivos)
- Se pueden realizar con extractos comerciales o en algunos casos si la respuesta es negativa. Como puede ocurrir con ciertos alimentos vegetales se puede recurrir a la realización con el alimento fresco (prick-prick).
- Los test cutáneos tienen gran sensibilidad pero su especificidad es moderada y siempre su interpretación se ha de realizar en el contexto de una historia clínica sugestiva.

 

Determinación en suero de IgE específica frente alimentos o test in vitro:
- Es un técnica con menor sensibilidad que los test cutáneos
- Los resultados no son inmediatos, pueden tardar varios días en obtenerse
- No se ven afectados por toma de medicamentos, ni por alteraciones en la piel
- La interpretación debe ser igualmente cautelosa, ya que ciertos pacientes alérgicos a un alimento podrían tener niveles indetectables de IgE específica  y viceversa. No es infrecuente encontrar pacientes con valores positivos a algunos  alimentos que se toleran.

 

Diagnóstico por componentes alergénicos en alimentos. Los alimentos se componen de múltiples proteínas, por lo que un enfermo con alergia alimentaria puede estar sensibilizado a varios de estos componentes alergénicos. El diagnóstico por componentes alergénicos puede aportar en algunos casos información  adicional a los anteriores procedimientos, si bien solo está disponible en algunos centros y su interpretación debe ser realizada igualmente por especialistas en Alergología experimentados.

 

En algunos casos si no se llega al diagnóstico con las anteriores herramientas se ha de recurrir al test de provocación controlada. Consiste en la administración progresiva de cantidades crecientes del alimento sospechoso, para llegar al diagnóstico de certeza. Solo se deben realizar por especialistas en Alergia familiarizados en el manejo de reacciones alérgicas y en centros equipados para el tratamiento de las mismas.

 

Cómo tratar las alergias alimentarias

El tratamiento de las alergias alimentarias se basa en la evitación, si bien en ocasiones esta medida es muy complicada, ya que a veces pueden existir pequeñas cantidades ocultas en alimentos procesados. Por este motivo es fundamental el entrenamiento del enfermo o de los padres y cuidadores para la detección precoz de los síntomas de alergia y el tratamiento de los mismos que, en muchos casos, incluye la enseñanza y entrenamiento en el uso de los autoinyectores de adrenalina, especialmente en pacientes que, además, padecen asma bronquial.

 

En los últimos años se encuentran en fase de investigación diversos procedimientos  con el objetivo de lograr la tolerancia o la desensibilización a alimentos. En el caso de alimentos tan habituales en la dieta como la leche y el huevo existen un porcentaje de niños que no desarrollan tolerancia a ciertas edades, por lo que desde hace varios años existen en marcha en varios hospitales tratamientos de inducción de tolerancia. El procedimiento consiste en administrar dosis crecientes del alimento con la finalidad de que el niño desarrolle tolerancia al mismo o, al menos, tolere ciertas cantidades.

 

Por otra parte, en el caso de la alergia a frutas rosáceas como el melocotón, la manzana, las cerezas... existe un extracto sublingual cuyos resultados son prometedores, si bien se precisan más análisis para confirmar dichos resultados. 

Dra. Purificación González Delgado

Por Dra. Purificación González Delgado
Alergología

La Dra. González Delgado es una reputada experta en Alergología de la ciudad de Alicante. Es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid, con doble especialización, en Alergología vía MIR (y Alergología Infantil) y en Pediatría y áreas específicas por el Hospital General de Alicante. También es Doctora en Medicina por la Universidad de Granada.

A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con la docencia, siendo profesora honorífica de Medicina de la Universidad Miguel Hernández. También desarrolla una importante tarea investigadora, siendo coordinadora de ensayo clínico de Inmunoterapia. Además, también desempeña una importante labor divulgativa, siendo autora de más de 20 artículos en revistas científicas y de más de 50 comunicaciones en congresos de la especialidad, tanto nacionales como internacionales.Actualmente ejerce en el Hospital Vithas Perpetuo Socorro y en La Clínica.

 


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